Me atrevo a decir que es una de las canciones más bonitas que tiene Zoé y mi favorita. Gracias por pasar aquí con una recomendación. En agradecimiento, yo también te tengo una: https://open.spotify.com/track/7uMBJGgc3QWdDQWBtBoPzj?si=_ke4jWOaT326pVp1vX2Jlg

Pero qué dulce. La bonita también eres tú. Muchas gracias, corazón. Me haces la noche con tan bonito comentario. 🤍

A: Algo Está Cambiando — Julieta Venegas.
B: Be — Hozier.
C: Canción para los Días de la Vida — Luis Alberto Spinetta.
D: Do you have a destination? — Mac Miller.
E: En Redondel — Ella Es Tan Cargosa.

Adoro tus dinámicas, espero que sean de tu agrado. Compártenos música tú, bonita.

¡Buenas noches, Ama linda! Mi mes inicia de la mejor forma, espero que el tuyo también. Respondiendo a tu pregunta, la saga de Harry Potter nunca falla en ser mi zona de confort, pero si tuviera que elegir una sería la de 'Harry Potter y El Prisionero de Azkaban', siempre la veo incontables veces.

¡Hola! Sí, hay una película que suelo recomendar mucho: Hiroshima, mon amour, de Alain Resnais. No es muy convencional, pero creo que todos deberían verla. Habla sobre el amor, el olvido, el trauma y lo difícil que es llegar a entender el dolor del otro. Es muy humana, abre una puerta a mirar de diferente forma la vida.

Fue después de una ruptura que me dejó afectada por un tiempo. Me costó aceptar que no estaba en el lugar que me merecía, y durante mucho tiempo me desvaloricé, como si mi valor dependiera del amor de alguien más. Estaba llena de incertidumbre emocional, muchas emociones negativas que me hacían dudar de mí misma. Puedo decir que mis amigos me ayudaron a salir de ello, me recordaron quién era, cuánto valía y que nadie se muere de amor. Poco a poco entendí que merezco algo más, algo sano y recíproco. Aprendí que mis inseguridades no deben definirme. Hoy sé que valgo mucho, y que lo que viene siempre puede ser mejor.

El fallecimiento de alguien muy cercano. Tanto la ausencia física como el silencio que se instala en la vida al perder a alguien especial, es un vacío que ningún consuelo lograba llenar. Aprendí que el dolor no es algo que se supere, siempre va a estar ahí, pero se aprende a vivir con ello y sostenerlo. Encontré belleza en los recuerdos, aprendí a honrar lo que dejó en mí esa persona y a seguir adelante. Hoy sé que físicamente las personas pueden no estar, pero en alma me acompañan siempre.

Elegiría poder ser, por unos instantes, Sylvia Plath. Ser ella una mañana cualquiera, en su estudio, justo cuando comenzaba a escribir uno de sus poemas. Sentir cómo brotaban las palabras en ella, la intesidad con la que sentía el mundo, entender el impulso que la movía a escribir con tanta libertad y verdad. La elijo porque quisiera comprender un poco más su entorno, esa alma que dejó huella en la literatura y dentro de mi librería.