Gracias por animarte a decirlo, incluso desde el anonimato, realmente lo aprecio. Hay algo muy lindo en saberse visto con ternura y sin exigencias. Me honra esa atención, y me alegra que mi existencia haya despertado algo bueno en vos. No te preocupes: no pienso que seas un lunático. Todos inevitablemente miramos cuando algo, o alguien, nos interesa, y eso no tiene nada de malo

No es odio, si sonó así, lo lamento. Tal vez simplemente estoy a la defensiva. Las personas de las que imagino que podrían decirme algo así son pocas, y mi cabeza asocia ciertas palabras con ciertas heridas e intrusos. Puede que esté equivocado, y si es así, me disculpo. Pero no saber quién sos no me deja tranquilo, y no estás ayudando a que lo entienda.

¿Te parece justo tirarme una bomba emocional y después decir “dejalo ahí”? Qué cómodo: te tomás el tiempo de responderme, pero no de argumentar tu suposición. Listo, cierro esto sabiendo que no hay nada más que pueda esperar de vos. Ya aprendí a cuidar de mí, justamente por cosas como esta. Que te vaya bien.

Quisiera poder dejar que tu mensaje muera en paz, como pedís. Pero no entiendo a qué te referís con que mentí, y no saberlo me deja inquieto. No busco conflicto, solo claridad antes del cierre.

Si me volví un fantasma, fue porque algo en mí murió.

¿Solo bastante? Estoy perdiendo mi toque.

Me intriga ese “algo”. A veces no hace falta tanto para conocer a alguien. Yo soy un libro abierto, pero pocos se animan a leer entre líneas.

Porque hay días en los que solo quisiera arrancarme el corazón y desangrarme en silencio, junto con todo lo que siento.

Casi dos años, si mal no recuerdo.

Me considero bisexual, con una leve tendencia afectiva hacia los hombres. Pero, como todo, es algo que puede variar con el tiempo.