Un pibble, en definitiva. Me identifico mucho con ellos por lo tiernos y chiquitos que son cuando cachorros. Su poder sería silenciar el caos de mi alma con solo una mirada, es lo que más deseo. ♡

Me encantaría que fuera un pequeño dragón cómo Mushu, eso quiero.

Me encantaría que fuera un Ave Fénix o un dragón. Siento que son criaturas tan majestuosas (en cuanto a sus descripciones y lo que pueden representar) son muy interesantes, en cuanto a poder, siento que me gustaría más que pudieran materializarse, volar, en cuanto a mi, fuerza probablemente, resistencia. Si ellos se materializan, podría volar, tbh.

Amo todo lo mitológico, por consecuencia sería un fénix de tonos dorado-rojizos, con alas que simulen atardeceres brillantes. Sería mi guardián espiritual porque entiende lo que es arder en silencio y renacer sin testigos, su poder vendría ser sanar desde dentro, de reconstruirme sin perderme en el proceso y recordar quien soy incluso después de las ruinas.

Sería una quimera, sin duda alguna. Y creo que el poder de volar, le daría sus alas de dragón.

Creo que sin duda, sería un dragón. Y me daría el poder de proteccion tanto a mi como a las personas que amo.

Sería un fylgja, un espíritu que adopta forma animal. Estaría íntimamente tejido a mi alma, conocería lo que fui y lo que aún no soy. Reflejaría mis luces y mis sombras, me guiaría en silencio y cuidaría de mí. ♡

Un mapache definitivamente. Son escurridizos, ladrones y territoriales. El poder que me darían sería cualquier cosa que implique ser una sombra.

Que pregunta más bella. Sin duda alguna sería un kitsune: un zorro con pelaje blanco y reflejos rosados. Es muy bonito porque representa la intuición y la calma. El poder sería envolver a los demás en serenidad, curar y hacer que el corazón recuerde lo bonito, incluso después del caos.

Nunca me había sentado a analizar al respecto pero creo que sería un grifo; por su dualidad [agregando que es uno de mis animales míticos favoritos]. Por lo que, me otorgaría el navegar con facilidad entre opuestos: razón y emoción, acción y reflexión, lo material y lo espiritual.

Fuerza y sensibilidad en un mismo ser.