Decidimos encontrarnos otra vez, y ahora nos damos el tiempo de conocernos con más calma, con más paciencia y con mucho menos miedo. Recuperar esos ojitos solo brillan para mí ha sido, sin duda, lo más bonito que me ha regalado este año.
Bonita tarde, eh, encantan las jirafas; tienen algo tan dulce y encantador. Sus manchas, su elegancia y esa calma que transmiten las hacen parecer criaturas casi mágicas.