En primer lugar, agradezco profundamente que se haya tomado el tiempo de escribirme. Verá, mi noche se vio atravesada por el hastío y por la silente ausencia, más que por la familiaridad de un cuerpo acostumbrado; ese cuerpo que, tras algunas horas, arribó a mi orilla y, en su quietud, cobijó mi alma fatigada.

En cuanto a su segunda pregunta, suelo considerarme un espíritu versátil, aunque con una inclinación especial por los boleros, el folk japonés, el metal y el rock. Permítame, a mi vez, formularle la misma pregunta: ¿Usted posee algún género predilecto en particular? O, ¿quizás alguna pista o artista que le acompañe recientemente?

Le reitero mi gratitud por su aportación. Confío en que este atardecer le sea propicio y que la suave declinación de la noche le brinde serenidad y plenitud.