No tengo un ideal definido, porque sé que muchas personas pueden portar las mismas cualidades sin mover un sentimiento en mí. Lo que busco va más allá de la superficie: deseo un compañero responsable, que me haga reír y me haga sentir ligera, alguien a quien pueda ver en todos sus matices sin reservas y al que pueda mostrarle mi vulnerabilidad sin temor.

Quiero alguien que quiera compartir conmigo la vida, que quiera tener citas y que disfrute de las muestras físicas, que valore la honestidad y la comunicación, y que esté dispuesto a trabajar en la relación incluso cuando surgen desacuerdos o dificultades. Que no flaquee ante la primera discusión, que se comprometa a construir juntos con paciencia, respeto y ternura.

Para mí, lo vital es la complicidad: reír, soñar, compartir silencios, apoyarnos en los momentos difíciles y celebrar lo sencillo. Busco a alguien con quien crecer, con quien elegirnos cada día y mantener la magia viva mientras navegamos la vida juntos.