hermoso, tápate, hay una mosca que te anda rondando y me da miedo que te eche a perder.
Tranquilo, anónimo. A mí sí me gustan las cosas de frente, no necesito taparme. Eso te lo dejo a ti. No tengas miedo: no somos relevantes en la vida del otro para fingir preocupación. Y tampoco me involucres en tus dramas personales. Es la primera y última vez que te respondo.