¡Hola, Pad! Debo confesarte que Past Lives me generó la misma reflexión. Creo que el cine nos acostumbró en exceso a finales felices pero no a finales reales. En mi caso, hay una película llamada The Father, protagonizada por Anthony Hopkins. Habla de cómo la demencia senil afecta no sólo a la persona que la padece, sino a su núcleo. Le tomé mucho respeto a este tipo de enfermedades gracias a ella. La comprensión hacia las personas mayores y el dolor que genera ver cómo poco a poco tu padre olvida tu rostro y termina por temerte al considerarte un desconocido es algo que me marcó profundamente. Se suele hablar mucho de la enfermedad, del paciente y de sus efectos, pero no de lo que genera en el cuidador: La carga emocional y física, el duelo que debe llevarse teniendo aún vivo a tu padre por el hecho de que justamente él, tu padre, ya no te recuerda más y debes asumir que no regresará aún si su vida no ha llegado al final es muy crudo y doloroso. Te la recomiendo mucho, aunque admito que es angustiante.

Hola Padmé, a decir verdad… no soy una persona que disfrute ver películas. Sin embargo, el año pasado vi una que creo es bien conocida; About Time. El protagonista trata de usar su habilidad de poder viajar en el tiempo para mejorar su vida, sin embargo después se da cuenta que no importa cuanto evite la pérdida o el dolor, en algún momento debe de vivirlo. Siendo esto lo que hace a la vida invaluable; su inevitable fluidez.
En la mía, creo que recientemente entendí la importancia de dejarse sentir todo lo que involucra el estar vivos y experimentar la existencia en la tierra por primera vez. Soy una persona que tiende a verse como el salvador y (desgraciadamente) alguien que arregla situaciones ajenas sin trabajar en las propias. Nunca habrá nada que pueda evitarme el daño colateral de la vida, pero tampoco habrá nada que me robe la dicha que es poder tener un desayuno al sol, escuchar el mar, sentir la brisa en primavera.

Buenas noches, amistad.
Increíble pregunta, la verdad es que muchas películas me han dejado una marquita encima como para hacerme replantear por días, semanas cosas sentimentales y/o espirituales.
Incluso el hecho de volver a preguntarme "¿será prudente volverla a ver?" por ese mismo mal sabor de boca que te queda encima.

Respondiendo a la pregunta, pondré dos películas.
La primera sin duda alguna es "eterno resplandor de una mente sin recuerdos" y como última pondré "un hombre enamorado".
Historias diferentes entre sí, aunque en ambas predomina lo mismo; el amor por una misma persona y las ganas de hacer todo, aún si es borrar los recuerdos del otro, para poder estar bien.