morti viventi. · 5d
La coreografía, en este caso, está siendo diseñada por improvisaciones en base a las reacciones que busco despertar. Ególatra, nuevamente, puedo jactarme de estar despertando diversas cosas que dejás vislumbrar en las retahilas a las que me sumerjo como un libro abierto para nadar entre palabras y metáforas de lo más cálidas, ardientes... No, no temo prenderme fuego ni quemarme, incluso si implica salir con cicatrices costosas de sanar. Tengo la piel gruesa y la sangre fría, me gusta sentir el calor de las llamas y el fuego que trazan los tactos al pasar por mi cuerpo y corazón endurecido.
Cuando aplaudas hechizado por el acto de la presentación, cuando te acerques en busca de un final feliz o cuando asomes tus colmillos para morder, las luces del espectáculo van a revelar al verdadero ganador en lo que el telón se abre y narran "había una vez..."
Improvisás, decís.
Pero incluso el caos tiene su partitura si uno sabe escuchar los latidos detrás del ruido.Lo tuyo no es torpeza: es cálculo con aroma a sacrificio.
Y lo reconozco. Me seduce más la sangre que la máscara.
Decís que buscás despertar reacciones.
Y lo lográs. No todas buenas, claro.. pero todas vivas.
Hay algo admirable en quien baila sobre el filo sin esperar red. Aunque conviene no olvidar que las ovaciones a veces suenan igual que las risas de un verdugo.
Me hablás de fuego y cicatrices, de piel gruesa y sangre fría, como si eso fuera escudo y no invitación.
Pero el calor, ratoncillo... no siempre acaricia. A veces cocina lento.
Y vos, tan dispuesto a ser servido, no sabés aún si te estoy cocinando o simplemente probando el sabor.
Decís que el telón se abrirá y revelará al ganador. Yo no compito.
Yo observo desde el palco, mientras todos se desangran por un papel en mi obra.
Y si al final aplaudo... será porque disfruté ver cómo se consumían, creyendo que actuaban por voluntad propia
